El pasado 10 de enero se vivió una nevada histórica en Sevilla, después de aquel 2 de febrero de 1954, la capital andaluza no se teñia de blanco por la nieve. Muchos sevillanos no daban crédito a lo que estaba sucediendo, ya que sólo los más mayores, habían visto caer copos, en la ciudad de La Giralda.
El temporal obligó a cerrar la carretera que une Cazalla y El Pedroso, y las cadenas eran obligatorias para circular en la mayoría de las vías de la Sierra Norte, pero no hubo grandes retenciones.
La nieve cubrió Aljarafe, Camas, Tomares, Bormujos, Gines, Espartinas, Umbrete, Salteras, Pino Montano, el parque Alcosa, la Macarena y el centro de la ciudad. Sevilla esta vez de blanco, tiene un color especial.
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